lunes, junio 26, 2006

El moderno Sísifo

Repaso del fin de semana:
Sábado por la mañana! Me levanto a las 7.30 , lo que para ser un sábado es un auténtico crimen. He quedado para recoger una mesa a las 8.30, así que hay que ir prontito! Menos mal que por la mañana hace fresquito, y además tengo la inmensa suerte de poder aparcar el coche enfrente de donde tengo que recoger la mesa, así que puedo llevarmela sin demasiados problemas. Lo malo es que un rato antes de llegar me llaman para comprar estanterías metálicas, y que se necesita mi ayuda para cargarlas. Así que recojo la mesa, y a toda velocidad salgo pitando al almacén donde están las estantarías. Menuda inmensidad,por cierto! Si lo primero que se ve ahí dentro son montones de tuberías de cobre para fontaneros de unos, digamos, 10 metros de largo y están en vertical! Hay que contratar un camión para llevarse un tubo de esos! La cuestión es que tras buscar las estanterías cogemos 3 (que deberían haber sido cuatro)y las cargamos en el coche para llevarlas. Error, las cargo, no las cargamos. Mi coche, entre la mesa y las estanterías, parece la fregoneta de los taaaanos, ay payo, y a duras penas quepo. Pero bueno ... nos vamos, dejamos las estanterías (fácil), y subo las tablas de la mesa al primer piso (difícil) para su posterior montado. Menos mal que ya es la hora de comer ...
Tarde del sábado! Llega el Momento de la Lámpara! tras buenos ratos eligiendo, lámpara enorme, lámpara enorme de pie, y toneladas de halógenos (con trafo, que no hacen ruido, gastan menos y dan mas luz). La lámpara no pesa demasiado, pero es muy grande, y llevarla con una sola mano, mientras con la otra llevas el paraguas e intentas taparte tú, y una lámpara más grande que tú (este fin de semana ha sido MUY tormentoso aquí) es complicado, palabrita de Sísifo! Posteriormente, el domingo por la mañana, descubriré que este acto me ha dejado unas bonitas agujetas desde el hombro derecho hasta la punta del meñique.
Domingo por la mañana! Voy a darle a mi madre un mueble del baño que ya no me sirve y a ella si, y dado que no me cabe en el coche, hemos llamado a un amigo que tiene una furgoneta. El amigo en cuestión es un tío de unos 70 años que nos ha avisado de que tiene artrosis y no puede cargar casi nada (error, lo del 'casi', ya se verá luego el porqué). Aparece a las 8.30, lo que me hace levantarme otra vez a las 7.30, esta vez en domingo. Cargamos el mueble en la furgoneta, de la que solo puedo decir que era APESTOSA. No olía peor por que no podía oler peor. Va él a casa de mi madre, y yo detrás con mi coche. Tras aparcar, me meto yo dentro de la furgoneta (puagh!) para sacar el mueble, mientras que él lo coge por fuera. Lo coge con tanto savoir faire que lo agarra por un embellecedor, lo que hace que a mitad de sacarlo su parte se rompa y caiga al suelo, partiendose el mueble en dos partes más o menos simétricas (se desvela el misterio: Lo de la artrosis es una trola, no puede cargar nada por que es un zoquete). No le mato por que estoy medio axfisiado dentro de la furgoneta, y por que acaba de aparecer mi madre que ágilmente me intenta calmar. Lo malo es que cuando cargo mi mitad del mueble para meterlo dentro del portal abre la puerta a lo grande y me mete un zambombazo en la mano que hace que me salga un huevito en la misma que,ahora mismo, está saludando al blog. Tras meter el mueble en casa de mi madre (Que afortunadamente tiene ascensor, estos Sísifos ya no son lo que eran) veo que tiene más o menos arreglo, pero ... qué ganas de tener un poquito de violencia gratuita! Tras esta edificante experiencia me reclaman en un vivero (son las 9.30 de la mañana), y para allá me voy. Cargo con dos árboles (dos) hasta que los dejo en la terraza, y decido que para que se aclimaten lo mejor es que se queden una semanita antes de hacer el transplante. Mientras la semana transcurre, me voy a montar la mesa que tengo hecha tablas ya-no-se-donde, y le doy bastantes, bastantes vueltas hasta que veo cual es el mejor sistema para montarla. Finalmente queda muy bien! Pero claro, hay que ocuparla, así que llevo los dos ordenadores con toda su aparamenta para montarlos. Queda cuquísimo, oiga. Tras esto, me da un soponcio y me quedo sopa. Al despertar, oigo como una voz me llama. Son las estanterías que compré ayer, y que reclaman cierta atención, así que voy a por ellas y comienzo el montado. Me da tiempo a dejar un par de ellas a mitad antes de que oscurezca, y antes de que decida que ya está bien por este fin de semana.
El moderno Sísifo no tiene que subir una roca enorme hasta lo alto, para que justo a punto de llegar se le caiga. Más bien ha de subir la roca para que, al terminar y pensar que se puede tomar ya un Magnum de Chocolate tranquilamente, ver que abajo tiene, allá lejos, una nueva piedra esperando, más bonita, pero más pesada.

jueves, junio 22, 2006

K

Me había prometido no poner ninguna imagen en el blog. Pero el evento lo merece !
El momento se acerca ...